El Dufour 405 GL está concebido para el máximo confort

EL DUFOUR 405 GL OFRECE ESPACIO Y VELOCIDAD: rapidez en la navegación, gran confort y amplios espacios son la filosofía de la línea Grand Large de Dufour. A ella se incorpora esta unidad, que se presentó en el salón de Düseldorf, concebida en dos versiones, dos o tres camarotes. Cada unidad de Dufour quiere sorprendernos en algo; en este caso nos sorprendió su volumen interior, responsable de que, a primera vista, no parezca que nos encontremos en un 40 pies. La laminación del casco sigue siendo tradicional, a mano en poliéster; eso sí, utilizan para la primera capa de la laminación una resina NPG, al igual que el gel coat. Para ajustar los precios, se incorpora iroko en lugar de teca, debido a su elevado e inestable coste.

CUBIERTA, MANIOBRA Y APAREJO: el Dufour 405 GL es una embarcación de crucero que mantiene unas líneas de cubierta muy suaves y estéticas, al igual que el resto de la gama Grand Large. Empezando por la proa, tenemos un balcón cerrado que, en la primera altura de su estructura, ofrece un peldaño de nylon para facilitar el paso a través de de él. Debajo de este peldaño y bien atornillada en la cubierta se dispone la puntera del ancla, pensada para ser utilizada por dos anclas: la primera es la que sale de dentro del pozo y, la otra, la que tengamos de respeto, ya que la tapa del pozo tiene un diseño por el que el anlca sólo puede salir por babor, ya que, de otro modo, no podríamos cerrarla. La segunda puntera, además de poder ser utilizada por el ancla de respeto, se aprovecha para instalar el aro de soporte para el botalón. El molinete de ancla del Dufour 405 GL siempre queda a la vista, aunque no sobresale respecto a la cubierta. Para el amarre en puerto, las cornamusas instaladas son clásicas de aluminio, teniendo un total de seis unidades. En la cubierta de proa del Dufour 405 GL hallamos tres escotillas practicables: dos de ellas son de tamaño reducido y una, la principal, es cuatro veces mayor, teniendo además un ventilador incorporado. Estas tres escotillas, pese a dificultar que la cubierta de proa sea cómodamente operativa como solárium, aportarán una gran cantidad de luz y ventilación al interior. En la base donde se apoya el palo se ubican un par de anclajes para poder enganchar las drizas que no se estén utilizando, manteniéndolas sufic
ientemente separadas del palo, de manera que se evitan los molestos y ruidosos golpes que, de otro modo, sufrirían contra éste, incrementando también su longevidad. Los cables de las luces y electrónica del palo pasan a través de un solo pasacascos en forma de gancho. El palo utilizado como estándar se apoya en cubierta y se trata de un palo de aluminio anodizado de jarcia fraccionada de dos pisos de crucetas retrasadas. La ubicación de los anclajes de los obenques se halla prácticamente en el centro de los pasillos laterales, reduciendo el paso en ese punto en concreto. Las drizas reenviadas a través de cubierta hacia el piano de la embarcación se hallan a la vista en un 70% de su recorrido; sólo en la parte de proa de la barra de escota y hasta llegar a escasos centímetros de los stoppers quedan a cubierto, permitiendo tener una buena base para instalar el perfil de la capota antirrociones. Los winches utilizados son todos autocazantes y se distribuyen de forma que una sola persona pueda realizar las maniobras, ya que la escota de mayor está reenviada al piano y los winches de génova quedan ubicados prácticamente a la altura de las ruedas del timón. Como embarcación de crucero el Dufour 405 GL es una unidad bien concebida en su bañera, ofreciendo una mesa de dos alas plegables con posavasos que permite que se sienten a su alrededor seis comensales holgadamente, junto a un sistema de gobierno de dos ruedas que deja un amplio espacio de paso entre la bañera y la plataforma de baño. Esta plataforma es abatible, y, en su posición abierta, permite extraer una parte del piso para acceder al cofre de estiba de la balsa salvavidas. Dado que esta tapa deberá manipularse en situaciones de emergencia, es importante destacar que, pese a que resulta algo pesada, su sistema de extracción es sencillo.
DISTRIBUCIÓN INTERIOR: el Dufour 405 GL se caracteriza principalmente por presentar unos espacios bien diferenciados, amplios y concebidos para el máximo confort, sobre todo en las zonas comunes. El acceso al interior se realiza a través de una escalera de cuatro peldaños un poco cóncavos para mayor seguridad durante la navegación. Después de descender la escalera, hallamos, en el lado de estribor, el rincón del navegante, con un asiento ubicado en el sentido de la marcha. El plafón lateral, que alberga los diferenciales del cuadro eléctrico, ofrece un espacio llano justo para instalar una pantalla y la radio; el resto de la superficie está ocupado por varios armarios de puertas abatibles y uno de puertas correderas. En el lado opuesto se ubica el baño de la embarcación, con una buena altura hasta el techo y la ducha perfectamente separada. Asimismo, en el espacio destinado a la ducha tenemos una bancada de teca. En el suelo que hay entre el rincón del navegante y la entrada al baño encontramos un tesoro, que dará más de una alegría a la tripulación; nos referimos a un estupendo botellero con la tapa asegurada por un muelle clásico. El comedor está compuesto por un asiento principal en forma de C con capacidad para cuatro comensales, de los cuales uno de ellos, el más cercano a popa, tendrá que prescindir del respaldo. El otro asiento de esta estancia está situado en paralelo a crujía y brinda una capacidad de dos plazas. Este banco también carece de respaldo pero, en su interior, alberga un gran espacio para la estiba. La mesa del comedor es fija y, en su parte central, se distingue una tapa de un tono diferente; si le damos la vuelta, descubriremos una placa de un material duro donde colocar las ollas y sartenes calientes y no estropear el barniz de la madera. La cocina de este 40 pies está pensada para poder realizar unas largas estancias en la embarcación. De forma longitudinal, presenta un gran cofre de doble tapa como nevera y un fregadero de doble seno con sus respectivas tapas, al igual que la zona de la encimera. Resumiendo, toda la longitud de esta cocina puede convertirse en superficie de trabajo. Además, para poder hacer frente a la gran cantidad de comida y utensilios que deberán ser almacenados, todo el espacio es aprovechado para instalar cajones, armarios y guanteras, e incluso un pequeño botellero donde nos quedarán las botellas de pie. Para el descanso, la distribución principal es de tres camarotes, uno en la proa y dos en la popa, todos ellos con camas dobles. La litera del camarote de proa tiene entrada por ambos laterales a través de un peldaño, ya que la cama se instala bastante elevada. Debajo de estos peldaños queda espacio para estiba y, siguiendo con el almacenamiento, además de un gran armario para la ropa, los ocupantes tendrán a su disposición un cajón que sale de debajo de la cama. Esta cabina cuenta con su propio baño, compacto pero de dimensiones suficientes para el aseo en general. Los camarotes de popa mantienen una línea acorde con la del camarote de proa, con varios espacios para la estiba de ropa y una cama doble que goza de buena altura hasta el techo.

LA PRUEBA DE NAVEGACIÓN DE NAUTIBARCOS: para poder navegar en este crucero del prestigioso astillero francés, nos desplazamos hasta La Rochelle. El día despertó con las peores condiciones meteorológicas posibles: lluvia, frío, niebla cerrada y nada de viento, así que esperamos unas cuantas horas y, por fin, después de comer, desapareció la niebla y salió el sol. Con este cambio radical, el viento hizo acto de presencia, alcanzando durante la navegación los 11 nudos de intensidad. Soltamos amarras y salimos de puerto con la marea alta. Aprovechamos el tramo del canal balizado que había fuera de puerto para realizar la prueba de motor, el cual, a máximas revoluciones, nos permitía navegar a casi 8,5 nudos. A unas revoluciones de crucero de 2.400 alcanzamos los 7,5 nudos.

El Dufour 405 GL de la prueba estaba equipado con el plano vélico de serie: un génova enrollable al 135% y una mayor con lazy-jacks. Nos colocamos proa al viento para izar la mayor. Una vez bien ajustada la tensión de la driza desenrollamos el génova. Tenemos que decir que la unidad probada es el barco nº 0, el cual sólo había navegado un par de veces antes de que nosotros fuéramos a probarlo. Esto significa que hay varios pequeños detalles que serán modificados o ajustados antes de llegar al cliente final. Con 11 nudos de viento, de ceñida, el Dufour 405 GL navegaba a casi 8 nudos de velocidad, consiguiéndolos también en un descuartelar con la misma intensidad de viento. Éstos disminuyeron a los 7 nudos en un través y siguieron reduciéndose, en este caso sólo un par de décimas, en el largo. Durante las maniobras, resultaba algo difícil notar el barco y realizar los movimientos suavemente, por lo que los guardines y el sistema en general será uno de los ajustes que se tendrá que realizar.